Cuando uno se apresta a llegar a un país desarrollado piensa -equivocadamente- que es casi perfecto, limpio, ordenado, hasta lindo, y que -aquí sí que sí- todo funciona como corresponde. En broma, un amigo me pregunta si acá comemos comida deshidratada en pastillas y si nos teletransportamos para ir al trabajo. Muy gracioso...sin embargo, al llegar nos damos cuenta de que no es así y que, la verdad, no debería por qué ser así. Desarrollado no es sinónimo de perfección ni de infalibilidad.
Además de la mala calidad de la salud -punto que merece un post aparte-, en Canadá me sorprendió ver las calles llenas de hoyos, porque los baches en las calles son casi un símbolo de (nuestro) subdesarrollo e improvisación.
Antes de comenzar el invierno, la mayoría de las calles está en buenas condiciones, pero apenas la nieve se derrite queda en evidencia el desastre: hoyos por todos lados, lo que genera, además del "sufrimiento" de los amortiguadores de los autos, el sufrimiento y la rabia de los conductores.
Este video aborda con humor esta realidad de Montreal, ciudad calificada en el clip como la "capital de los hoyos en las calles". Éste es uno de las microcapítulos de los "Têtes à claques", exitosa serie de animación que desde el 2007 desnuda la realidad de los francocanadienses o quebequenses y que cuenta con seguidores dentro y fuera de Canadá.
Volviendo a los hoyos: en mi caso, más que una desilusión es una anécdota, ya que no vine a Canadá para encontrar lindos edificios y calles perfectas, sino que vine buscando un lugar más seguro, tolerante y con más oportunidades... y lo encontré.
Publicado: 31 de julio, 2012
Texto: Abel Fuchslocher
Video: www.tetesaclaques.tv
